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viernes, 11 de julio de 2014

1.1.1 Características

En este subcapítulo se realizarán la identificación y análisis apropiados para poder revelar ciertas características de las MYPES en el ámbito interno, así como en el externo. Es importante destacar que estamos viendo a la MYPE como conjunto de negocios o emprendimientos emergentes desde un contexto de informalidad. Por lo tanto se deben de tomar en cuenta ciertas características y procesos intrínsecos, como lo es la falta de un personal adecuado, la calidad del empleo y más importante aún, el factor del subempleo. De esta forma podemos definir el concepto,
La informalidad, entendida aquí como el sector donde las unidades de producción atraen personal poco calificado y donde mayormente no se brindan beneficios laborales, mide por tanto, la calidad del empleo desde la demanda de trabajo. En cambio, el subempleo mide la calidad del empleo desde la oferta laboral, ya que comprende a los trabajadores que se encuentran insatisfechos con su empleo por la insuficiencia de las horas de trabajo o por los ingresos recibidos. El evidente nexo entre la oferta y la demanda permite entender que la informalidad y el subempleo están estrechamente vinculados, por lo que es más enriquecedor analizar los dos problemas de manera conjunta y no de forma separada. (Bardales 2011: 2)
Así pues, es importante analizar una característica particular como es la de “subempleo” que se da usualmente en las MYPE. Este término está referido principalmente a un puesto de trabajo precario, de una categoría inferior, o simplemente informal en el que se desempeña una persona en particular con un grado superior de educación, que por sus habilidades o conocimientos calificaría para un empleo con mejores condiciones laborales en general. Julio Bardales define al subempleo como, “aquella condición de insatisfacción por la jornada de trabajo o por el ingreso percibido. Así, un trabajador es considerado subempleado si labora menos de 35 horas semanales, deseando (y pudiendo) trabajar más tiempo” (Bardales 2011: 3). Lo importante a recalcar en esta definición es la “condición de insatisfacción”. Como bien menciona Bardales, este es un punto importante ya que brinda una perspectiva estrechamente ligada a la situación personal y anímica del empleado, en este caso la persona se podría considerar subempleado si no siente que en ese empleo esté logrando una progresión a manera personal o económica y que en cierto sentido se encuentra “estancado” o “limitado” por las circunstancias presentes. Es importante mencionar una característica ligada a la informalidad y subempleo que tiene como resultado las MYPE, la cual vendría a ser el nivel de educación. Como se sabe, la MYPE en algunos casos representa un medio por el cual una persona puede emerger “desde abajo”, lo cual en su mayoría de casos está vinculado a la pobreza, lo que nos lleva a una falta de educación, falta de oportunidades, etc. En este caso en particular la falta de educación, significa un punto por el cual familias en particular, buscan la asociación para crear un negocio familiar que repercute en un emprendimiento informal. De esta forma,
Respecto a las características del hogar, se tiene que el promedio de los años de educación acumulados presentan una relación positiva con la probabilidad de ser un trabajador del sector informal y ser subempleado. Los ingresos del hogar, descontando los ingresos del trabajador, disminuyen tales probabilidades, lo que se relaciona con el vínculo entre status y empleo de calidad. Un aumento de los miembros del hogar incrementa la probabilidad de laborar en el sector informal y ser subempleado, lo que implica que el incremento del tamaño del hogar eleva también las necesidades, impulsando al trabajador a aceptar trabajos marginales con el fin de cubrir sus necesidades. (Bardales 2011: 8)
La relación entonces de educación en las familias y el número de miembros que la integran son factores determinantes en la probabilidad de laborar en el sector informal. Estas afirmaciones reveladores son vitales para poder confirmar que la MYPE en efecto es una consecuencia de el “aceptar” o “estar obligado” a desempeñarse en trabajos marginales, es decir en trabajos no correctamente remunerados, sin las condiciones apropiadas en relación a seguros y sin las regulaciones del estado, en síntesis trabajos jornaleros, de poco tiempo, con mucha fuerza laboral, poca productividad y que no cumplen con la condición de “satisfacer a la persona que lo desempeña”. En cuanto a las actividades como las del sector minero, las practicas agropecuarias y los sectores comerciales podemos ver que estas también tienen una repercusión directa que influye de manera positiva o negativa en cuanto a la probabilidades de laborar en el sector informal, esto se debe tomar como un indicador importante ya que ciertas actividades elevan la posibilidad de que una persona esté en contacto con el sector informal y que se integre a él, en este caso desarrollando su propio emprendimiento informal (MYPE) de manera que pueda mantener su nivel de vida o mejor dicho de mantener su supervivencia. De esta forma,
En cuanto a las ramas de actividad, trabajar en el sector minero disminuye la probabilidad de informalidad y subempleo, lo que se relacionaría con la productividad y buenos ingresos del sector. Caso contrario sucede con el hecho de trabajar en el sector industrial y el sector comercio. Trabajar en la actividad agropecuaria también aumenta la probabilidad de laborar en el sector informal pero no tiene ninguna implicancia sobre el subempleo. En la rama de construcción se tiene efectos inversos: aumenta la probabilidad de informalidad, pero disminuye la probabilidad de ser subempleado, lo que guardaría relación con el hecho de que en este sector se pagan buenos ingresos (componente principal del subempleo), pero, sin beneficios laborales (como seguros o contratos de estabilidad). (Bardales 2011: 9)
Se puede apreciar claramente que la informalidad y sus manifestaciones prácticas como la MYPE son consecuencias directas de ciertas actividades, formas o estilos de vida que lleva la gente (siguiendo el supuesto que estas personas hayan elegido formar una MYPE como medio de salida fácil a sus problemas económicos), en este caso se debe destacar como una característica importante el hecho de que los buenos ingresos y los beneficios laborables inevitablemente reducen el porcentaje de informalidad y subempleo. Asimismo cabe destacar que una característica distintiva del sector informal y por lo tanto de la MYPE es la incapacidad de ofrecer buenos ingresos asimismo como los beneficios laborales que en este caso vendrían a ser los seguros y los contratos de estabilidad
A modo de conclusión, de este subcapítulo podemos afirmar que la MYPE cuenta con características particulares que repercuten en la sociedad y que toman como muestra los trabajos precarios, la baja productividad, la excesiva fuerza de trabajo, la escasa capacitación y educación de los trabajadores así también una cantidad excesiva de horas de trabajo que trae consigo una pobre remuneración económica. En síntesis se da la búsqueda de la supervivencia más que de calidad de vida dejando de lado aspectos cruciales del individuo.

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